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La tradición de las Rondas del Jueves Santo

Una de las tradiciones desaparecidas de nuestra Semana Santa es la de las Rondas del Jueves Santo. En los siglos XVI y XVII, era habitual los altercados entre Cofradías. No había itinerarios definidos, ni horarios establecidos, por lo que era muy normal que dos hermandades confluyeran en un mismo punto. Hecho que daba lugar a altercados que terminaban de muy mala manera.

Debido a tales acontecimientos, tanto la autoridad eclesiástica como la civil, tuvieron que adoptar medidas contundentes. Por lo que a la parte civil se refiere, se le encomendó establecer rondas de vigilancia por la ciudad. Éstas eran llevadas a cabo por alguaciles de la Audiencia.

En 1797, Carlos III prohibía los disciplinantes y la Ronda se veía en la obligación de actuar contundentemente para prohibirlas. A tal efecto, se habilitó una casa en la que se situaban los tenientes del Asistente, con escribanos, alguaciles y fuerza armada. Las Hermandades debían estar en este lugar a la hora señalada, bajo multa de continuar la Estación de Penitencia. Pero debido a que esta medida era difícil de aplicar, se optó por una solución que consistía en que todas las Hermandades debían llevar sus manguillas al juzgado en el momento en el que salían de sus iglesias. Dicha manguilla, permanecía en el juzgado hasta la llegada de la Hermandad a la que pertenecía, incorporándose a la Estación de Penitencia.

Frente a la Cárcel Real, formaba también la Audiencia otro tribunal, llamado de la Saleta, en el que se colocaban observadores para controlar si las cofradías cumplían con las reales órdenes sobre sus salidas.
Como era costumbre, Asistente y alguaciles, una vez concluida la Ronda que efectuaban, se dirigían a visitar al Santísimo en el Monumento de la Catedral. Aprovechaban, al mismo tiempo, para dar novedades al Cabildo Eclesiástico.

Esta tradición, ya desaparecida, tiene su origen en el periodo de la Reconquista de Sevilla. Cuando devuelta Sevilla al Cristianismo, San Fernando confió su vigilancia, a un alguacil mayor.

Como recuerdo de aquella Ronda, ha quedado la liturgia protocolaria del Consejo Municipal que preside el paso de las Cofradías por la Carrera Oficial.

Fuente bibliográfica:
-Leyendas y tradiciones históricas de la Semana Santa de Sevilla (Vicente Rus Herrera y Federico García de la Concha).

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